El presidente del Uruguay, el Dr. Luis Lacalle Pou, firmó una resolución en la que “aceptó la iniciativa privada de la empresa Jirkel S.A., denominada “MVD360“, que el poder ejecutivo considera un proyecto “de gran interés” para el país.
“MVD360 está pensado como un gran proyecto a nivel estatal y propone un nuevo hito para la región; priorizando a la ciudad de Montevideo como lugar de ejecución”, dice la página web de la iniciativa, que por el momento sólo tiene cuatro párrafos de información.
El proyecto inmobiliario consiste en la construcción de una isla artificial de 36 hectáreas, que se ubicaría sobre el Río de la Plata, a 450 metros de la rambla del barrio Punta Gorda de Montevideo, a la que se conectaría mediante un puente, explicó Ignacio Muñoz , miembro del grupo de promoción del emprendimiento, al diario uruguayo El País.
Dentro de la información que existe en la web del proyecto, señalan que se espera una inversión privada de unos 2.300 millones de dólares para poder completarlo.
“Este proyecto es considerado un factor significativo en cuanto a su contribución a la dinamización de la economía del país al incidir en el entorno de cuatro puntos del PIB; la creación de unos 4.500 nuevos puestos de trabajo a lo largo del período de su construcción, que duraría unos 14 años, cuatro para la infraestructura (la isla) y 10 para el desarrollo inmobiliario, mencionan en el comunicado.
¿Qué tendrá la isla artificial?
“No hay antecedentes de un desarrollo de esta magnitud en el país ni en la región”, dice un resumen del proyecto difundido por Navigant Group LLC.
La resolución, firmada por el presidente de la República, describe que la isla tendrá “desarrollos inmobiliarios, una marina y áreas de uso público de esparcimiento y recreación”.
Según una investigación de el diario El Observador, el puerto deportivo del proyecto tendrá capacidad para 300 embarcaciones y habrá un total de 36 parcelas.
El portal local Brecha, por su parte, afirma que en la isla artificial se construirán al menos 36 torres de apartamentos y oficinas.
La IMM (Intendencia de Montevideo) rechazó el proyecto
Si bien el poder ejecutivo patrocinó el emprendimiento inmobiliario, la Intendencia capitalina negó el permiso de antemano, esgrimiendo razones de planeamiento, que van en contra de las políticas actuales del gobierno departamental.
Desde la IMM se dijo que existen muchos lugares para poder realizar este tipo de proyectos en tierra firme, como el oeste de la capital (una zona que la Intendencia pretende vitalizar), y no ve razón para construir una isla artificial, porque espacio existe de sobra en la ciudad.
También afirmaron que tal concentración de viviendas y comercios, afectaría fuertemente a toda la zona costera de Montevideo, ya que en un espacio reducido, se situarían una gran cantidad de apartamentos de lujo, oficinas y comercios.
El proyecto, a pesar de su gran atractivo, aún tendrá que esperar a que se resuelvan estos conflictos de interés entre el gobierno Uruguayo y el gobierno Montevideano.
