No es nada raro decir que, en las últimas décadas, el comercio de servicios ha ganado mucha importancia a nivel mundial. Esto ha conducido al gobierno uruguayo a prestar mayor atención a la regulación de este sector, para así, asegurar que todo se desarrolle bien para los empresarios uruguayos, y, por lo tanto, para Uruguay.
En estos tiempos de la vida moderna, donde comerciar con muchos países a nivel mundial le otorga una gran credibilidad y confiabilidad a un país. Un país que no tenga interés en desarrollarse en este ámbito de comercio internacional es un país que se va a quedar estancado en cuanto a economía, relaciones, calidad de vida, y más.
Desde el año 1995, en el que se creó la Organización Mundial de Comercio uruguayo (OMC) se empezó a hablar y a concretar acuerdos con países latinoamericanos.
La creación del Acuerdo General sobre Comercio de Servicios en el marco de la Organización Mundial del Comercio consolidó un ámbito de negociación multilateral, por lo que se implementó la negociación multilateral además de las negociaciones a nivel regional o bilateral.
¿Qué acuerdos internacionales tiene Uruguay?

Uruguay cuenta con vastos acuerdos comerciales en Latinoamérica, puesto a que negocia en forma regional con los países del
- MERCOSUR (Protocolo de Montevideo)
- Chile (Protocolo MERCOSUR Chile)
- Colombia (Protocolo MERCOSUR Colombia)
- México (Tratado de Libre Comercio).
Globalmente tiene un acuerdo con Israel, y a pesar que no tiene acuerdos con muchos países a nivel mundial.
Igualmente tiene muchos países con los que negocia alrededor del globo. Tiene trato preferencial para la exportación de materias primas para Estados Unidos, la Unión Europea, China y Corea entre otros.
Ventajas de los acuerdos internacionales

La participación en procesos de negociación de servicios internacionalmente supone ciertas ventajas para el país.
Los acuerdos establecen métodos que nos sirven para solucionar algunas controversias, que se suelen dar en una negociación amistosa. Lo que genera una relación más amable y menores costos para ambas partes al tener las reglas bien claras antes de comerciar.
El país gana credibilidad a nivel internacional, a la vez que se facilita la transparencia de la normativa aplicada en Uruguay y en los países con los que se negocia.
Al ganar esta credibilidad global, se generan beneficios económicos. Derivados de una mejora en la competitividad y eficiencia de los sectores de servicios, y de un efecto derrame sobre otros sectores de actividad.