Uruguay otorga a los ciudadanos una gran cantidad de opciones para invertir, en muchísimos sectores comerciales diferentes, dando incontables beneficios que diferencian al país de sus vecinos.
En el sector inmobiliario, el gobierno uruguayo puso mucho empeño en promover y alentar a la inversión, como se demostró con la Ley de Promoción de Vivienda de Interés Social, y su última reforma, en la que se exoneran a los inversores de muchos impuestos diferentes.
Pero esto no es todo, otra de las medidas que se impusieron firmemente para promover y dinamizar el mercado inmobiliario es la de los Fideicomisos de Construcción al Costo (FCC) de la que les vamos a hablar hoy.
Antes de empezar con la explicación de qué es el Fideicomiso de Construcción al Costo, vamos a dejar en claro el significado de un fideicomiso.
¿Qué es un fideicomiso?
Un fideicomiso es un negocio en el cual una o más personas (fideicomitentes) transmiten determinados bienes o derechos a otra persona, para que esta última los administre o los conserve en beneficio del fideicomitente o de un beneficiario
¿Qué es el Fideicomiso de Construcción al Costo?
Es un contrato en el cual los fideicomitentes le otorgan capital a los encargados de la construcción de un edificio sobre un terreno, para después dividirlo en propiedades horizontales y darles las unidades a los beneficiarios.
Antes de empezar la obra, se hace el proyecto arquitectónico, para poder calcular aproximadamente una cotización inicial para la construcción. Si bien hay muchos factores que hacen que el precio varíe, esto le da una seguridad extra al proyecto al ya tener impuesto un valor estimado.
El precio de la obra tiene una parte fija y la otra variable:
Los costos fijos son el valor de la tierra y los servicios profesionales. Los costos variables son los materiales para la obra, la mano de obra (que puede subir por la inflación) y cualquier otro gasto que sea necesario para que la obra se construya de manera correcta.
Ventajas del Fideicomiso de Construcción al Costo
- No existe vinculación societaria, debido a que el contrato es entre las partes.
- Al tener un contrato entre las partes, se reduce enormemente el riesgo del inversor en cuanto a variaciones en el precio y en cuanto al grado de cumplimiento del proyecto.
- Los aportes de los fideicomitentes generan un patrimonio de afectación autonómo, por lo que el inversor (fideicomitente) tiene una gran seguridad jurídica.